Tal como sucede en las mejores telenovelas, la serie de episodios sucedidos a partir de la resolución 2/2010 del Ministerio de Economía en el que se multó a Telefónica y demás integrantes de la sociedad que controla a Telecom Italia en el Viejo Continente por informar tardíamente sobre la integración de esa nueva sociedad en estas pampas, no da respiro a ninguno de los protagonistas. Luego de que el Gobierno argentino estableciera las multas, superiores a los $235 millones para las integrantes de Telco, y definiera el calendario de desinversión de Telecom Italia en el país -esto es, desprenderse de su 50% en la sociedad que controla Telecom Argentina-, la operadora italiana apeló la decisión para evitar esa movida, y la Justicia le dio la razón.
Pero hoy, el Gobierno, a través de una de sus figuras clave, el ministro de Planificación, Julio de Vido, afirmó que no le temblará el pulso para quitarle la licencia a Telecom Italia si continúa incumpliendo las órdenes oficiales. "Vamos a profundizar nuestra acción y vamos a remitir seguramente, de no prosperar en el campo judicial las pretensiones del Gobierno (...) al Congreso de la Nación toda la normativa necesaria para restituir el Estado nacional en principio la operación y la licencia" dijo de Vido, en declaraciones que reprodujeron las agencias de noticias nacionales e internacionales. Pero no fue lo único. También aseguró que: "No puedo decir con precisión qué instrumento legal enviaremos ni todavía el texto, pero estamos ya trabajando en el mismo sobre la pauta que pudiera fracasar la instancia judicial". Es decir, que el Gobierno podría intervenir la empresa, tal como lo ha hecho en otras oportunidades. BAsta recordar los casos de Transportadora de Gas del Norte (TGS) y Autopistas del Sol, entre otros casos.
Para no dejar lugar a dudas, el ministro sostuvo que "nada será más reconfortante que las autoridades de Telecom reflexionen y hagan el proceso de desinversión, ya que nunca nos tembló el pulso para hacer cumplir, a rajatabla, la letra de los contratos". Envalentonado, concluyó: "Agraviaron a un gobierno extranjero a través de una medida cautelar exprés y desde el Poder Ejecutivo vamos a seguir actuando en el marco de la ley y si es necesario le daremos participación al Congreso nacional".
Mientras tanto, en otro rincón del planeta, Gabriele Galateri, presidente de Telecom Italia, dijo en declaraciones al diario La Repubblica, que dentro de tres meses revisarán con Telefónica la continuidad de la sociedad en Telco. Si bien calificó a la relación que mantiene con su socia española como "excelente", también sostuvo que esa relación será revisada debido a los problemas que se han generado en la Argentina. "La relación con nuestros socios españoles de Telefónica es excelente y, por tanto, espero que se desarrolle del modo más positivo para las dos compañías", e insistió que "la relación entre ambas empresas será examinada y valorada siempre y cuando llegue el momento".
Para el diario italiano, las compañías se han puesto tres meses de plazo para determinar o bien una nueva manera de colaborar entre ellas o bien divorciarse de manera definitiva y, así, evitar más problemas en la Argentina.
Este análisis ya lo hicieron ambas compañías, y las otras socias, a fines de octubre del año pasado. En ese momento no sólo sellaron su alianza sino que dieron a entender que un nuevo análisis se realizaría recién en un par de años. Pareciera que en ese momento no se analizaron las consecuencias que el tema tendría en la Argentina, o no se tomaron en cuenta los casos anteriores de empresas privatizadas. Lo cierto es que, ahora, dejaron entrever -según asegura La Repubblica- la posibilidad de una nueva revisión. La conveniencia o no de mantener o abandonar esa sociedad seguramente dependerá, al final, del impacto que tenga mantener o abandonar, valga la redundancia, el negocio en la Argentina para cada uno de los integrantes de la sociedad. Un culebrón que seguramente continuará ofreciendo capítulos de alta intensidad.
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