El WiFi gratuito apunta a desarrollar una red para mejorar la gestión de los servicios públicos

Los despliegues de WiFi gratuito por parte de los Gobiernos es mucho más que ofrece Internet a los habitantes. Implica contar con una red sobre la que se puedan gestionar los servicios públicos como agua, gas, electricidad, de manera más eficiente. En el artículo que sigue a continuación, de mi autoría, publicado en el último número de Redes Semanal, de Grupo Convergencia, se da cuenta de los proyectos de WiFi gratuito que encaran tanto el Gobierno de la Ciudad como el de la Nación y de las prestaciones que, se prevé, se mejoren a futuro.

Wi-Fi gratuito para mejorar la gestión de los servicios públicos
El Gobierno nacional y el de la Ciudad de Buenos Aires impulsan, cada uno por su lado, proyectos que apuntan a dar acceso a Internet gratuito vía Wi-Fi en las plazas y distintos espacios públicos de la Capital Federal. Este proyecto, que permitiría que muchos ciudadanos que aún no tienen conexión en su hogar o que necesitan acceder a la Web cuando se encuentran fuera de él de manera libre, en realidad es el primer paso de una estrategia más ambiciosa tendiente a gestionar por encima de estas redes de telecomunicaciones los sistemas de los servicios públicos. Una infraestructura que posibilitaría obtener mejoras a nivel de operación y de manejo de costos.
En noviembre, el Gobierno de la Ciudad anunció su plan para dotar de Internet gratuito vía Wi-Fi a 26 plazas porteñas: 16 estarán a cargo de Cablevisión, mientras que las restantes diez serán responsabilidad de Gowex, una empresa española dedicada desde sus inicios a explotar el negocio del roaming de Wi-Fi, pero que ahora concentra su mayor energía en el despliegue de ciudades Wi-Fi. La puesta en marcha de esta iniciativa en Buenos Aires fue la excusa para
que la compañía inicie sus operaciones en el país y desde aquí encarar nuevas estrategias en
la región.
La de Buenos Aires será la primera experiencia de ciudad digital en América latina. Ya cuentan con antecedentes en Madrid y Barcelona, donde se montaron tendidos Wi-Fi que complementan a los de 3G. Así, el usuario puede ir conectándose a Internet desde donde quiera, a la red que desee, sin importar bajo qué operador se encuentra, a qué compañía tiene contratada. El servicio se monta en espacios públicos, en los quioscos de revistas, e inclusive en los colectivos (Madrid), y de ese modo se crea un gran paraguas de Internet sobre la ciudad.
Gowex explota este negocio de diversas formas: o le cobra un monto mensual al Gobierno involucrado por brindar el servicio, o lo hace bajo un esquema freemium: los usuarios que quieren acceder totalmente gratis tendrán publicidad on line geolocalizada mientras estén conectados, al tiempo que aquellos que no quieran ver anuncios, tendrán que pagar por ese acceso público a valores varias veces inferior al de un abono de 3G.
Sin embargo, existe una pata muy importante de este negocio que es la que se monta sobre esa primera red. La segunda fase es la que en Gowex llaman Wireless Smart City. "Sobre la capa inalámbrica que cubre a una ciudad se instalan las redes de energía, gas, agua, videovigilancia, que pueden ser gestionadas con mayor eficiencia", explicó Jenaro García Martín, CEO de Gowex. Es lo que se pretende poner en marcha a futuro en la Ciudad de Buenos Aires. Por esa razón, la misma compañía planea conformar un consorcio de unas 30 empresas -entre las que se encuentran energéticas, telcos, gobiernos y bancos- para concretar esta red. Se calcula que esta infraestructura adicional podría demandar una inversión de 30 millones de euros. "Cada integrante del consorcio tendrá algo que aportar, o dinero o activos", apuntó Hugo Marías, director de Gowex para América latina.
Tal vez el mayor enigma que despierta esta iniciativa sea cómo se conjugará con la que impulsa, por su parte, el Gobierno nacional también en tierras porteñas. En septiembre de este año habilitó la primera antena Wi-Fi en Plaza de Mayo. Allí pueden conectarse de manera gratuita quienes transiten por la zona después del horario de atención al público de los organismos oficiales. A medida que se interconectan las oficinas de la administración nacional, vía Wi-Max, se irán habilitando horarios para que esos mismos vínculos puedan ser aprovechados por los ciudadanos que se encuentren en esos espacios.
La tecnología elegida en este caso es Wi-Max porque, a criterio de la Subsecretaría de Tecnologías de Gestión de la Jefatura de Gabinete de Ministros, permite el rápido despliegue.
A partir de esa decisión se dividió a la ciudad en zonas a las que se "iluminará" con distintas antenas. En un año debería estar cubierta la totalidad de la conectividad prevista. Se llamará a licitación para el tendido de la red aunque la gestión quedará a cargo del Gobierno puesto que la administración central quiere tener autonomía a la hora de cambiar la asignación de anchos de banda, además de abrir la red a la comunidad.
A nivel nacional, el despliegue de la Televisión Digital Terrestre (TDT) apuntará también a alcanzar ese objetivo, más allá de las iniciativas para disponer de Wi-Fi gratuito que se impulsan, por ejemplo, en los municipios de San Carlos y Godoy Cruz, en Mendoza; en Rosario, en Santa Fe; en Comodoro Rivadavia, Chubut; sin olvidar el proyecto de San Luis Digital que abarca a toda la provincia, y que se encuentra en un estadio más avanzado. En esta provincia cuyana ya se están montando distintas aplicaciones sobre la cobertura Wi-Fi, como la obtención de información on line proveniente de las estaciones meteorológicas dispuestas en la provincia para los agricultores, el control de frecuencias del transporte público de pasajeros para los usuarios y para el Gobierno local, y los movimientos de los patrulleros, entre otras prestaciones.