Primero fue la Subtecard. Y ahora, es el turno del teléfono móvil. La posibilidad de realizar compras por medio de un plástico o un teléfono móvil sin contar con efectivo y sin estar bancarizado comienza a tomar fuerza en la Argentina. La banca móvil, en su acepción más amplia, es un fenómeno que viene creciendo de manera sostenida en la Argentina. La posibilidad de consultar los saldos en las cuentas, realizar el pago de un servicio y hasta un mínimo movimiento financiero es casi habitual entre las distintas entidades que operan en el país. Pero lo que comienza a imponerse es la posibilidad de realizar compras a través del móvil, un dispositivo que se convierte cada vez más en una billetera electrónica.
Es lo que comenzó a ofrecer esta semana el Banco Comafi por medio del servicio Comafi Móvil que permite pagar compras con el celular. Para ello se debe realizar una carga de dinero el equipo -de la misma manera en que se realiza una carga virtual de crédito para llamadas- en un Pago Fácil y tener presente la lista de comercios asociados para concretar una compra cuando se la necesite.
Lo novedoso es que no es necesario ser cliente del banco, y aquí reside una ventaja: teniendo en cuenta que el nivel de bancarización aún es bajo en la Argentina el servicio queda habilitado para cualquier persona interesada. Para ello, sólo hay que registrarse enviando un mensaje de texto al 12662 (el número de Comafi Móvil) con la palabra ALTA, e inscribirse en un sitio web. Luego, se realiza la carga virtual, que permitirá realizar compras de productos cuyo valor se ubique entre los $10 y los $500.
Para concretar la compra de un producto en un comercio adherido, se debe enviar un mensaje de texto al número de Comafi Móvil con la palabra COMPRA y, acto seguido, recibirá un código de 8 dígitos que deberá entregarse al comerciante para cerrar el proceso. Ese dinero se descontará de la carga previa y, así, se podrá disponer del remanente para efectuar otras operaciones sin necesidad de tener efectivo en la billetera.
Si bien Comafi es el primer banco en ofrecer un servicio de este tipo (en verdad, tenía que salir con algo más bien novedoso en este terreno porque venía aletargado en banca móvil general), el pionero dentro del mundo financiero en brindar la posibilidad de utilizar el teléfono móvil como una billetera electrónica fue la Tarjeta Naranja, que a finales de 2009, lanzó MO. El procedimiento es el mismo: hay que registrarse, darse de alta, realizar una recarga en el celular y, luego, buscar la lista de comercios adheridos para concretar una operación. Claro que en este caso el requisito excluyente es ser cliente de Tarjeta Naranja.
En ambos casos, estas compras no están afectadas por comisiones adicionales sino que, por el contrario, en ciertos momentos, pueden llegar a obtener descuentos atractivos, especialmente buscados en épocas de inflación. Sólo debe abonarse el costo del SMS, que varía según la operadora de telefonía móvil y el plan que uno utilice.
Si hay que buscar una diferencia entre uno y otro servicio, hay que recordar que mientras Tarjeta Naranja está muy posicionada en las provincias, el Banco Comafi cuenta con una presencia mucho más focalizada en las zonas urbanas, más allá del plan de apertura de sucursales que está encarando en el territorio nacional. Y si bien no es necesario ser cliente del banco para contar con el servicio, hay que tener en cuenta que será difícil atraer a usuarios que desconozcan a la entidad.
Más allá de estas cuestiones, el teléfono móvil comienza a ser una verdadera billetera electrónica. Y la buena experiencia que adquieran los usuarios con estos servicios será determinante para el desarrollo del negocio en los próximos tiempos.
En la Argentina hay cada vez más opciones para realizar compras a través del teléfono móvil
Publicado por Andrea Catalano
Andrea
a la/s
20.5.10
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