La crisis que comienza a afectar a la Argentina, a América latina y al mundo todo, parece poner a los locales siempre frente a la misma pregunta: ¿devaluar o no? Y mientras la Unión Industrial Argentina (UIA) la pide a gritos, olvidándose -pareciera- de los efectos que eso produce en la gente que trabaja todos los días y en la inflación que siempre trae aparejada -especialmente cuando a nivel de Gobierno no se han tomado las medidas necesarias para frenarla-, la presidenta Cristina Fernández está invadida de una autoconfianza tal vez desmedida, y unos pocos timberos juegan a la Bolsa a costa del empobrecimiento de muchos, surgen otras voces, más cautelosas, tal vez no tan extermistas, que avizoran tiempos difíciles pero con la confianza en que la tormenta seguramente traiga mucha agua pero no tantos rayos y centellas.
Esta es la visión de algunos industriales y académicos sobre el panorama que se avizora sobre la Argentina como consecuencia de la crisis surgida en los Estados Unidos. Es un artículo publicado en la edición del 11 de octubre de la revista Fortuna.
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