Más sombras que luces en la 16º edición de ExpoComm Argentina

Ya lo había dicho hace unos días: la 16º edición de ExpoComm fue más oscura que clara. Y es que una exposición que se precia de ser "la" referente de la industria tiene todavía mucho que hacer por delante (pese a que ya la hicieron durante 16 veces, parece que no logran salir de la adolescencia).
Hubo muchas ausencias, especialmente de empresas que se dedican al desarrollo de nuevas tecnologías para las telecomunicaciones. A saber: Nortel, NEC, Avaya, Siemens, Huawei, ZTE ... y siguen las firmas. Con la excepción de Cisco y BGH, no hubo otra firma dedicada al equipamiento, sí sus distribuidores, pero resulta sorprendente que no estas compañías en forma directa. ¿Por qué?
Tampoco hubo empresas de software y servicios informáticos que vuelcan gran parte de sus energías al mercado de las telecomunicaciones. A saber: IBM, HP, Oracle, Intel, Motorola ... y otra vez, siguen las firmas.
Había, sí, al medio media docena de empresas de accesorios para teléfonos móviles, como WC (no es por nada, pero me parece una sigla poco feliz), MicroBell, TAKY, Todo Cell, MEGGA Comunicaciones, Digi Cell. Pero faltaban las fabricantes, que en otras ediciones de ExpoComm han estado con stands impresionantes. La razón de su ausencia, en ronda de consultas que hiciera GENERACION A, la explicación fue que no era una expo de consumo masivo, pero se supone que es "la" referente de la industria. Motorola tenía presencia indirecta a través de BGH, que mostraba todo lo que hacía en la Argentina, incluyendo los modelos de móviles que le fabrica a la empresa norteamericana. Y el resto, LG, Samsung, Nokia, Sony Ericsson, y demás, se veían por ahí por efecto de los distribuidores que habían llevado sus productos. Con excepción de BlackBerry -que acababa de presentar su nuevo modelo BlackBerry Gold- y las marcas chinas que quieren desembarcar en la Argentina, no había otra fabricante de peso con stand propio.
Entre las operadoras estaban, lógicamente, Telefónica y Telecom, por ser las principales sponsors del encuentro, sus empresas de telefonía móvil -Movistar y Personal, respectivamente- y Claro. Nextel tuvo su stand, bonito, pero sólo con un objetivo de presencia institucional. El resto brilló por su ausencia. ¿Y Telmex? (sí, está bien, no forman parte de la Cámara por problemas obvios con las dos grandes compañías pero ... si no se muestran acá ¿en dónde?), ¿iPlan, British Telecom -la que compró Comsat-, Global Crossing -que se quedó con Impsat-, Datco -dueña de Silica Networks y otras empresas-?
¿Y las proveedoras de internet? ¿Y las proveedoras de servicios satelitales?
Parece que sí, que como afirmo, hubo más ausencias que presencias.

Expo de comunicaciones incomunicada
Si hacemos la vista gorda y no miramos quiénes estuvieron y quiénes no, entonces enfoquémosnos en la provisión de los servicios de telecomunicaciones dentro de la Expo. ¡¡DESASTROSO!! El supuesto WiFi de 18 a 24 Mbps, según rezaban las frases al colocar el mouse sobre el inconito de las computadoras sospechosamente conectadas, demoraba más de dos minutos y medio en ingresar a cualquier página de webmail, sea Yahoo, Gmail, MSN y demás. Es decir, no había conexión inalámbrica, y cuando alguien lograba engancharse la inestabilidad era constante (vale el oxímoron).
En la Sala de Prensa había sólo tres computadoras, un teléfono (que pedía ser breve) y NINGUNA conexión para poder acceder a la web a través de una notebook o cualquier otro dispositivo portátil. La banda ancha móvil, la famosa 3G, tampoco hizo un buen papel. Entonces, semejante despliegue de gasto marketinero, ¿para qué sirve si lo que supuestamente venden funciona de esta manera?
Lo tremendo de esto es que, por cuatro días de exposición, el proveedor -en este caso Telecom- cobra $1.000 por un servicio que anda muy mal. Había que escuchar los insultos en portugués, chino y taiwanés que se escuchaban en algunos stands.
Y para cerrar, hay que hablar del Seminario. Estuve en unas pocas charlas que, tal vez por el nivel de los expositores, colmaron mis expectativas. Hubo datos de interés y perspectivas interesantes. Pero, señores organizadores, hubo una gran ausencia de referentes de peso del plano internacional. No digo que traigan a Sergey Brinn y Larry Page, pero al menos sí podrían haber hecho el esfuerzo por haber invitado a operadoras de países en donde, por ejemplo, hay regulaciones más avanzadas ... ¡Ni a un chileno se les ocurrió traer, con lo contentos que vienen a la Argentina a gastar sus dineros!
Tampoco fue un escenario elegido para hacer grandes anuncios. Con excepción de Telecom, Telefónica y Claro que aprovecharon el marco para lanzar soluciones de centrales telefónicas virtuales, las dos primeras, y un telefonito para videollamadas, la última, no hubo grandes cosas. Sí hay que destacar el anticipo del pen drive con línea telefónica basada en tecnología IP que en noviembre lanzará Metrotel. Fuera de ello, nada más.

Las tarifas, otra vez, sobre la mesa
Lo que sí es para destacar que, aunque de manera sutil, Telefónica volvió a poner sobre la mesa el tema de las tarifas. Durante su exposición, Eduardo Caride, presidente de la filial local, dijo que era necesario actualizar el marco tarifario para ampliar las inversiones en infraestructura.
En fin ... me quedé con gusto a poco. No sé si esto es un reflejo del sector, de la falta de inversiones, de la carencia de incentivos, de las consecuencias que dejó la crisis del campo, o qué, pero cuesta creer que esta industria sea la que empuje para arriba los índices de consumo de servicios públicos. Porque lo visto es muy parcial, es decir, aquí no estuvo toda la industria. Tal vez, de una vez, la Expo debería comenzar a limar sus asperezas y ponerse a trabajar en conjunto -hasta para pedir un regulador como la gente- porque así, no seduce a nadie. Más que ExpoComm es ExpoReseller. O tal vez, abrir un poco más la cabeza, mirar al horizonte, y hacer una exhibición en la que estén todos, no sólo las telcos, sino también las empresas de software, las cooperativas, y por qué no, las cableoperadoras. ¿O acaso no se trata de que el sector crezca en su conjunto? ¿Ah, no? Siempre tan ingenua.