Las tecnológicas sufren la crisis financiera casi tanto como el crash de la burbuja puntocom

Aunque la industria de la tecnología informática venía teniendo un buen comportamiento a nivel mundial, la crisis financiera de los EEUU terminó de darle una estocada de la que necesitará tiempo para reponerse: las acciones en el Nasdaq se derrumbaron 9,1%, la tercera mayor caída de su historia, y la más pronunciada del crash de 1987, cuando el abultado déficit de la economía norteamericana terminó impactando en las bolsas de ese país.

Lo cierto es que, ayer, las compañías líderes de la industria tuvieron grandes pérdidas. Las acciones de Google cayeron 11,6% y se ubicaron por debajo de los u$s400, valor de hace dos años. Los papeles de Apple, en tanto, retrocedieron 17,9%, protagonizando uno de los descensos más estrepitosos del día.

Previo a ello, analistas de Morgan Stanley habían reducido los pronósticos de ganancias de las compañías del sector. Así, se estimaron bajas cercanas al 10% en los ingresos de compañías como IBM, Dell, HP, entre otras, debido a que "se encuentran expuestas al débil gasto del consumo".

De hecho, semanas atrás, antes de que el presidente de los Estados Unidos, George Bush, propusiera el plan de salvataje para el sistema financiero, otros analistas habían previsto que el sector de las tecnologías se vería impactado. Es que el mercado bancario es uno de los que más invierte en nuevas tecnologías, al punto que el año pasado desembolsaron unos u$s240.000 millones a nivel mundial. En ese marco, se había previsto que la reducción de las inversiones serían del orden del 2%, es decir, cercanas a los u$s5.000 millones, casi lo que la Argentina pagará al Club de París. El porcentaje parece pequeño pero, en cifras, es importante. Y esto se anticipó antes del desplome bursátil del lunes.

Por ahora, los mercados parecen recuperarse -más que nunca se advierte el olor a timba-. El Nasdaq está 2,44% arriba. Pero la jornada aún no terminó. Hay daño hecho y temor fundado, motivo por el cual los negocios no serán tal como se habían previsto al principio de este año. Y el mercado tecnológico es una víctima de esta situación.