Como si ya no hubiesen suficientes consecuencias vinculadas con la crisis que, en marzo, comenzaron a protagonizar el Gobierno y el campo a raíz de la suba de las retenciones a la soja, uno de los segmentos estrella del consumo masivo que tiene la Argentina desde la post crisis -el de telefonía móvil- también comenzó a sufrir los coletazos.
Si bien las ventas de dispositivos continúa en niveles similares a los anotados en el 2007, en Motorola acusaron el impacto de los cortes de ruta: por un lado, se perdieron ventas porque los camiones con teléfonos no llegaban a destino cuando así debían; por el otro, en las provincias los usuarios comenzaron a tener un comportamiento mucho más cauteloso y retardan la decisión de compra, en este caso, de nuevos teléfonos celulares.
Así lo hizo notar Antonio Quintas, vicepresidente de ventas de Motorola para el cono sur, quien sin embargo, se mostró optimista sobre lo que sucederá en los próximos meses en este mercado, especialmente en lo vinculado con telefonía móvil de tercera generación (3G).
"Hasta junio entendemos que la importación de teléfonos móviles creció y las ventas se mantienen en los mismos niveles que el año pasado. Pero en el retail nos están advirtiendo que hay una pequeña reducción por la crisis del campo. Esto hay que verlo con cuidado porque lo que sucedió fue que los cortes de ruta impidieron que los celulares llegasen a los puntos de ventas. si miramos lo que sucedió en mayo, advertimos que las ventas fueron iguales a las del mismo mes del 2007", sostuvo el ejecutivo regional.
Quintas indicó que hay que hacer un corte sobre lo que sucede en Capital y Gran Buenos Aires, y las provincias, que se llevan el 60% de las ventas de teléfonos de Motorola. "En el interior hay una preocupación grande porque el comportamiento de consumo está siendo más conservador. El tema del campo afecta la decisión de compra e, insisto, se perdieron ventas porque no hubo productos debido a los cortes de ruta", añadió.
A esto sumó otra dosis de inquietud debido a "la reducción de cuotas" en los planes de financiación, especialmente en los que otorgan las tarjetas de crédito, que ya no dan facilidades sin interés.
Para contrastar esta cierta intranquilidad, Quintas recordó que con la crisis del 2001 la industria de la telefonía móvil fue la última en sentir el impacto y la primera en recuperarse cuando las cosas iniciaron la curva del rebote. Además, indicó que el período de recambio de celulares -que en la Argentina rondaba los 18 meses- se está reduciendo, lo cual se interpreta como una señal de buena salud del mercado.
En ese marco fue que Motorola presentó hoy diez nuevos modelos de teléfonos móviles que saldrán a partir de ahora y hasta fin de año. En la cartera hay dos modelos que funcionarán en las redes de 3G: el MotoQ 9H, un smartphone que permite llevar las funciones de la oficina en el equipo, y una edición especial del MotoRAZR, el 3G MOTORAZR V9 Ferrari Special Edition (que se ve en la foto).
Pese a que las operadoras de telefonía móvil hace ya más de un año que lanzaron sus primeros servicios de 3G, como la banda ancha móvil, la videollamada y la descarga de archivos de audio y video a velocidades diez veces superior a las de las redes actuales, recién ahora la compañía norteamericana decidió traer sus primeros modelos.
Al ser consultado sobre si no estaba entrando tarde al mercado con los modelos de 3G, Quintas dijo que no. "Motorola no traía modelos de 3G a la Argentina porque recién a fin de año comenzará a crecer mucho ese segmento. 3G es sólo el 5% de las ventas aunque estimamos que crecerá mucho más rápido que cualquier otro rubro. Creemos que a fin de año llegará al 10 o 15% de las ventas, siempre que aparezcan nuevos usos porque todavía hoy el mayor empleo tiene que ver con la banda ancha móvil", señaló.
"La 3G crecerá rápidamente porque los usuarios ya tienen una cierta experiencia y saben de qué trata y qué pueden hacer con estas redes, especialmente en lo referido a subida y descarga de archivos de música y video", concluyó.
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