Llega el fin de semana y es momento de volver a pensar en las cosas buenas de la vida, como los vinos. Y como hace frío, está lindo para estar en casa y comerse un chocolate, una perfecta compañía para este momento -además de la familia, los amigos, la pareja, y demás- es un vino de cosecha tardía, es decir, un vino dulce.
Y creo que uno de los mejores tardíos -que se llama así porque las uvas se cosechan cuando ésta terminó y, así, comienzan a concentrar azúcar hasta convertirse casi en pasas- que tiene la Argentina es el Cosecha de Otoño de la bodega mendocina Cavas de Weinert elaborado en base a uva sauvignon blanc.
Es un vino dulce natural con una concentración de azúcar elevada, hecho que lo convierte casi en una golosina. Si bien los tardíos no son muy aromáticos, cuando lo dejás un ratito en la copa podés encontrarle algunos aromas a frutas maduras. Y cuando lo bebés ... es uno de esos vinos que se meten en toda tu boca, que lo disfrutás tanto que no lo querés tragar. Esto suena un poco feo, poco elegante tal vez, pero la verdad es que la experiencia es maravillosa. Eso sí, hay que tomarlo frío, entre 10 y 12 grados para poder disfrutarlo con todas las letras.
Una de las cosas más llamativas de este emblema de la bodega mendocina es que se trata de los pocos tardíos elaborados en el país en base a la uva sauvignon blanc. En este caso, esta cepa pareciera que fuera ideal para llegar al producto que, finalmente, elabora el enólogo Huber Webert en el establecimiento de Luján de Cuyo.
Tan rico es, que es de los vinos que yo llamo "peligrosos" porque lo bebés y no te das cuenta de la concentración de alcohol que tiene, pero que no hay que olvidar. Porque, la verdad, está bueno disfrutarlo.
Como siempre, recordá que si tomaste, no manejes, que lo haga otro que no haya tomado. Si no, pedí un remise o un taxi, o quedate el tiempo necesario en el lugar en que te encuentres hasta que hayan pasado los efectos del alcohol. Recordá que lo divertido del vino es disfrutarlo, pero para que eso pase hay que aprender a disfrutar de la vida. Que una cosa no te impida la otra.
¿Nos tomamos un vino argentino ... tardío?
Publicado por Andrea Catalano
Andrea
a la/s
6.6.08
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