Viene el fin de semana, bastante frío por cierto, y llegó el momento de conocer sobre otro vino argentino, de los bien buenos, como dicen en el barrio. Y pese al frío, hoy vamos a tomarnos entre todos un blanco (no se resistan, algunos están más buenos que el arroz con leche de la abuela), pero un blanco de esos que obligan a sacarte el sombrero.
Les hablo de Alma Negra, un vino de alta gama que vale la pena tener en cuenta para cuando uno quiere hacer un buen regalo o disfrutar un muy buen momento con una copa en la mano. En este caso, degustamos un viognier -y aclaro que la palabra "degustar" en este blog no hace más referencia que al hecho de probar un vino, tratar de descubrirle alguna nota y saber si gusta o no, muy simple, nada sofisticado-, una de las uvas blancas que, a mi gusto, me parecen de las más exquisitas porque se advierte frutal pero con un toque de acidez justo, que convierten al vino en ua bebida muy agradable a la boca.
Este viognier tiene notas frutales con un toque suave de madera, que lejos de tapar el gusto de la uva, lo realzan. Es ideal para tomar como aperitivo, con bocaditos suaves, sin demasiado condimento. O para acompañar un pollo bien preparado, al horno, o a la olla, con verduras; un pescado que siga la misma onda, o un plato de pastas que bien puede tener una sabrosa salsa blanca, o una más sofisticada de mariscos. Para mí -y esto es más que personal- también va con algún chocolate suave, con leche.
Les cuento un poco de Alma Negra: es un vino elaborado por Ernesto Catena Vineyards. Ernesto Catena, como su apellido lo indica, es hijo de Nicolás Catena, creador del Grupo, la bodega y los vinos que llevan su apellido (aunque hay que recordar que este Nicolás es nieto de Nicola, el italiano que se dedicó a la vitivinicultura en Mendoza y puso la semilla que dio origen al imperio). Además de su propio establecimiento, Ernesto -el hijo mayor de Nicolás- está a cargo de Escorihuela Gascón, es una de las bodegas del Grupo mayor. Catena hijo se preocupa sólo por elaborar vinos de alta gama. Para darse una idea, la línea Alma Negra -que está en la carta de vinos del restaurante 1884 que comanda Francis Mallmann en Mendoza- ronda los $75, lo que indica que para comprarlo y, luego, tomarlo, es necesario realizar una ceremonia.
Volviendo al vino, es un blanco que se advierte suave pero de los que llamo "peligrosos", es decir, que no se advierte la concentración de alcohol que realmente posee y que alcanza los 14º. En la etiqueta -por demás sugestiva- no hay datos sobre la añada a la que pertenece el producto. Pese a ello, es una muy buena opción de compra, aunque claro, no para hacer todos los días.
Como siempre, recordá que si tomaste, no manejes, que lo haga otro que no haya tomado. Si no, pedí un remise o un taxi, o quedate el tiempo necesario en el lugar en que te encuentres hasta que hayan pasado los efectos del alcohol. Recordá que lo divertido del vino es disfrutarlo, pero para que eso pase hay que aprender a disfrutar de la vida. Que una cosa no te impida la otra.
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