Es una tendencia que no se rompe desde el año 2000 y eso que en el medio ocurrió una gran crisis local y estamos frente a las primeras estampidas de la situación financiera internacional. La industria del software argentino continúa avanzando, ahora a pasos más lentos, pero no menos significativos, especialmente cuando las previsiones para este 2009 es que la economía argentina se quede quieta, según lo estimado en las esferas oficiales.
El año pasado, el sector informático local -compuesto por unas 1.500 empresas distribuidas en todo el territorio argentino- movió más de $7.700 millones, monto que fue 25% superior a lo anotado en el 2007, cuando la facturación de la industria fue de $5.800 millones, según datos de la Cámara de Empresas de Software y Servicios Informáticos (CESSI).
La previsión para este año es que se alcancen ingresos superiores a los $8.700 millones, es decir, el crecimiento apenas rozará el 13% pero, como dije al principio, este avance en una coyuntura como la que nos está tocando transitar no es poca cosa.
La buena perspectiva se da inclusive en el terreno de las exportaciones que, en el primer semestre del año se redujeron 30% en el grueso de la economía. Los números indicaron que el año pasado se exportaron más de $1.600 millones, contra $1.200 millones anotados en el 2007. La expectativa para este 2009 es que las ventas al exterior alcancen los $1.900 millones. Si esto se cumple se habrá registrado un crecimiento superior al 15 por ciento que tampoco es desdeñable si vemos lo que está sucediendo en los otros sectores.
Otro de los datos positivos y alentadores que arrojó el último informe de la Cámara, realizado en conjunto con el Observatorio Pyme, es el de crecimiento del nivel de empleo. El año pasado se cerró con casi 53.000 empleados directos en la industria, contra 45.000 trabajadores del 2007. Para este 2009 se estima un avance de los planteles de personal de casi 8 por ciento, es decir, que se podría cerrar el período con casi 58.000 empleados. Otro dato para resaltar en el marco de una actividad industrial que, para la misma UIA, se ha achicado en un 12 por ciento, motivo por el que son frecuentes las suspensiones y hasta algunos despidos en empresas.
Números, en definitiva, que alientan a seguir trabajando en la Argentina pese a los Gobiernos de turno y las crisis, locales y extranjeras.
Después de un largo fin de semana, creo que era necesario arrancar esta con algunos números en positivo. Sí, la industria aún tiene mucho por mejorar. Pero lo hecho en conjunto con el sector privado y las universidades tiene el mérito del trabajo en conjunto, algo que necesita este país para que estos número sen alza se repitan en todos los sectores de la economía.
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