Un año y medio después del anuncio oficial, comenzó a hacerse realidad el Polo Científico Tecnológico que la Nación proyectó para el edificio que las ex Bodegas Giol ocupan en Godoy Cruz y Paraguay, en el barrio de Palermo. Hoy, el ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación, Lino Barañao, inauguró oficialmente las obras. No estuvo solo: lo acompañó Peter Gruss, presidente de la Sociedad Max Planck, una firma alemana que instalará aquí su primer instituto en Sudamérica.La construcción del Polo, en el que funcionarán las nuevas sedes del ministerio de Ciencia y Tecnología, la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica y tres institutos de investigación, demandará una inversión de 20 millones de euros, aportados en parte por el BID. Se estima que la primera etapa de esta obra, que se realizará en sucesivas fases, esté lista dentro de un año y medio.
La Sociedad Max Planck es el organismo científico más importante de Alemania. Cuenta con un presupuesto anual cercano a los 1.400 millones de euros para realizar sus tareas de investigación, dinero que es aportado en más de un 80% por el Gobierno federal de Alemania, mientras que el resto proviene de la Unión Europea. En los últimos años, la entidad comenzó a expandir su actividad en diversos países del mundo y, en este marco, pone un pie en la Argentina como parte de su desembarco en América latina. Por eso, hoy Peter Gruss también se reunirá con la presidenta Cristina Fernández.
En el predio se ubicarán también un Instituto en Ciencias Biomédicas y Biotecnológicas, un Instituto de Ciencias Sociales y Humanas y otro de Ciencias Exactas y Tecnológicas que incluirá un centro de simulación de problemas multi-física para aplicaciones. La intención de este espacio es tener un foco fuertemente interdisciplinario.
La puesta en marcha del Polo supone también la aplicación de nuevas tecnologías en un edificio que deberá hacer honor al nombre. Diseñado por los arquitectos Germán Hauser y Emilio Schargrodsky el edificio se construirá tomando como base los últimos avances en materia de construcción ecológica. Así, la generación de electricidad se realizará a través de células fotovoltaicas, y contará con un sistema de reciclado y de calentamiento de agua por medio de paneles solares.
Una buena noticia que vale la pena destacar. Ojalá se concrete según los plazos estipulados y que el ministerio de Ciencia y Tecnología comience a tener el brillo que exige un país que se llena la boca desde las esferas oficiales en apoyar al desarrollo del conocimiento pese a que sus políticas contradictorias parecen marcar un camino que no muestra una dirección cierta.
Un año y medio después del anuncio oficial, comenzó a hacerse realidad el Polo Científico Tecnológico que la Nación proyectó para el edificio que las ex Bodegas Giol ocupan en Godoy Cruz y Paraguay, en el barrio de Palermo. Hoy, el ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación, Lino Barañao, inauguró oficialmente las obras. No estuvo solo: lo acompañó Peter Gruss, presidente de la Sociedad Max Planck, una firma alemana que instalará aquí su primer instituto en Sudamérica.La construcción del Polo, en el que funcionarán las nuevas sedes del ministerio de Ciencia y Tecnología, la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica y tres institutos de investigación, demandará una inversión de 20 millones de euros, aportados en parte por el BID. Se estima que la primera etapa de esta obra, que se realizará en sucesivas fases, esté lista dentro de un año y medio.
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