Después de diez años de operaciones en la Argentina, la filial local de Terra encara un proceso de reestructuración que terminará convirtiendo a la subsidiaria creadora de contenidos y aplicaciones para la web y para Movistar, en una oficina comercial. La empresa abrió un retiro voluntario en el que ofrece abonar más del dinero que corresponde para cumplir con las leyes laborales y por estos días las partes negocian cómo finalizar la relación entre aquellos que acepten la propuesta.Más allá de esta situación, que puede ser común a la realidad de muchas empresas que operan en la Argentina -aunque no suele ser común que se pague más indemnización de la que establece la ley- llama la atención la decisión de la compañía.
Hace poco más de un año y medio Terra fue algo así como "relanzada": surgieron nuevos contenidos, columnistas de primera línea para opinar sobre distintos temas y hasta aparecieron nuevos servicios -desde dejar de cobrar el webmail hasta una propuesta de blogs, sin olvidar el fenómeno de Terra TV donde se emiten distintas series de viejas temporadas o canales en vivo que aquí no se ven por el sistema de televisión paga-. Uno de los momentos más "exitosos" de este relanzamiento fue, sin dudas, la transmisión de las Olimpíadas en vivo y en directo, que convocó a cientos de miles de usuarios de la región, como también la emisión de recitales que, de otro modo, no podrían haberse visto, como algunos del Cosquín Rock, entre otros.
Lo curioso es que, un año más tarde, todo eso parece haberse olvidado. De lo contrario no queda claro por qué la reestructuración. Desde la empresa explicaron a GENERACION A que la reestructuración no implicará de ninguna manera que Terra Argentina cierre, pero al tratar de encontrar un antecedente, aparece lo sucedido hace apenas un mes en Terra Venezuela. Allí, en el país de Chávez, también hubo un ajuste de personal con retiros "benévolos" (porque a nadie le gusta quedarse sin trabajo) y sólo se mantiene una operación orientada a generar contenidos vía SMS y diseño de sitios web corporativos a fin de lograr ser rentables. Allí la reestructuración se logró en menos de un mes, el mismo tiempo en que parece estar planteada la de estas latitudes.
He aquí el secreto de la movida, la rentabilidad. Después de tantas ideas, idas y vueltas, la compañía parece haberse puesto, respecto de Terra, más pragmática que nunca: es necesario tener utilidades y tal vez por esa razón es que la filial argentina quedará reducida a una operación comercial.
La medida llama la atención por lo dicho anteriormente y porque es una empresa del Grupo Telefónica, uno de los tres conglomerados de telecomunicaciones más poderosos del mundo. Pero no debiera llamar tanto la atención si, a fin de cuentas, otras empresas de internet, casi tan jóvenes o más jóvenes que Terra han hecho lo mismo en estas pampas. Google, por caso, maneja desde la Argentina la estrategia comercial para la región y por ahora -se debe recordar que están buscando perfiles para distintas posiciones- el foco apunta sólo a eso, a generar dinero. Con un final menos feliz, MySpace desembarcó con fiesta enigmática y tantas otras movidas marketineras para en un año arrepentirse de haber abierto una puerta en el país. Y eso que su interés era también meramente comercial, nada de desarrollar aplicaciones, servicios informáticos o prestaciones similares.
Es decir, de alguna manera, Terra sigue el camino que otras empresas de internet que eligieron o no la Argentina, tomaron por una cuestión básica: si no hay dinero no es posible soportar una operación. En el país, Terra vive sólo de la publicidad on line, mercado que crece -este año podría superar los $200 millones de facturación- pero que todavía no mueve el amperímetro en la torta general, capitalizada por la televisión.
Quedan varias preguntas en el camino, básicamente qué pasará con TerraTV que hasta dominio propio tiene. Qué pasará con una unidad que podría ser exitosa en el futuro dada la evolución de las nuevas tecnologías, los nuevos consumos que habilitan los usuarios y hasta ciertos resquicios dejados por la Ley de Medios para avanzar en esa dirección.
El 2009 que se va ha sido un año difícil, por la crisis financiera internacional y por las crisis propias que los argentinos inventamos con tanta facilidad. El problema es que, en el medio, suceden estas cosas. Y ya no se trata de que se afecta sólo a las empresas más pequeñas sin espaldas financieras. Las grandes, con espaldas más grandes aún, se cuidan, cuidan su dinero. Y en la Argentina ese cuidado parece haberse profundizado más que nunca.
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