Más de 100 personas ya ofrecen sus servicios profesionales en las Torres de Teletrabajo

El año 2009 podrá ser recordado como el del despegue del teletrabajo en la Argentina. Y no sólo porque se cumplen diez años de las primeras iniciativas sino también porque las medidas tomadas durante el invierno pasado debido a la emergencia sanitaria declarada por la Gripe A obligaron a muchas empresas y profesionales en particular a encarar actividades desde el hogar a través de una computadora y de la banda ancha. Con este telón de fondo surgió el proyecto Torres de Teletrabajo, un edificio virtual que concentra la actividad de profesionales que pueden ofrecer sus servicios de manera virtual sin importar en qué lugar del planeta se encuentran.La iniciativa fue creada por Sonia Boiarov, la más fuerte impulsora del teletrabajo en la Argentina. En diálogo con GENERACION A, la especialista dijo que se trata de "un edificio virtual para reunir a los teletrabajadores freelance con el objetivo de facilitar el encuentro entre contratantes y prestadores de servicios a distancia. Torres de Teletrabajo es un edificio con oficinas virtuales que únicamente reúne en un solo lugar el capital intelectual para ponerlo a disposición de cualquier persona que lo necesite y quiera contratarlo".

Al ingresar en el sitio se busca simular una realidad: hay una sección Informes, donde se muestran las opciones existentes, tanto para contratar como para alquilar una oficina y ofrecer los servicios profesionales. Hay también un área de atención al cliente y una sala de reuniones, un sector en el que se buscan los teletrabajadores, un área de oficinas y hasta un auditorio.

Cuando un teletrabajador alquila su oficina, el sistema le indica en qué piso y en qué oficina se ubicará, y allí podrá mostrar las prestaciones que ofrece, además de subir un video de presentación y hasta su CV.

"Es el lugar ideal para aquellos microempresarios o emprendedores que no saben cómo empezar a teletrabajar", aseguró Boiarov quien recordó que el alquiler es gratis por tres meses, tiempo a partir del cual hay que abonar una cuota mensual de $25 (pesos argentinos). Luego, serán pagas, pero el costo es mínimo. Por ello, la impulsora aseguró que "es una nueva forma de organización, no prevista, nueva, que colabora en crear trabajo. La contratación es directa entre el interesado y el teletrabajador. Ello evita la intermediación, mejora la distribución de los ingresos y permite suavizar los altos y bajos de una actividad independiente".

Las Torres de Teletrabajo tienen algo más de tres meses y entre los más de cien locatarios que poseen su oficina hay profesionales que se dedican a la contabilidad, al diseño, a la gestión de recursos humanos, a la comunicación y al desarrollo de proyectos de diverso tipo; también se dedican al márketing, a dar servicios de secretariado, de literatura y de análisis de sistemas.

Es decir, el abanico es amplio y prácticamente no tiene límites. Cuando uno alquila una oficina y acepta los términos y condiciones -que son muy claros en el objetivo de generar trabajo genuino y colaborativo- se ingresan datos esenciales para ir definiendo el perfil del teletrabajador: desde sus conocimientos en computación hasta el tipo de acceso a internet con que cuenta desde su hogar. Luego hay que definir el perfil personal, con los estudios correspondientes y la experiencia, como una manera de resumir el CV de cada uno, más allá de que también se pueda ajuntar el currículum que a cada uno le guste.

Las Torres de Teletrabajo surgen en momentos en que desde el Ministerio de Trabajo de la Nación se impulsan iniciativas tanto para dar lugar a una ley que regule la actividad como para impulsar el teletrabajo entre empresas. De hecho, la semana pasada se presentó la primera Red de Teletrabajo conformada por Cisco, YPF y Telecom, que busca alentar a más compañías a sumar esta modalidad de empleo.

Mientras las regulaciones se buscan en los ámbitos oficiales, desde el sector privado surgen alternativas como el teletrabajo, que pueden ser una opción adicional para aquellas personas -profesionales o no- que puedan ofrecer servicios gracias a una computadora y una conexión de banda ancha a empresas sin importar en qué lugar del mundo se encuentren las partes.