Y en esta oportunidad vamos a darle el changüi positivo a otro blanco. Sí, la verdad es que para esta época, donde el calorcito todavía pega, hay que tener un blanco siempre en la heladera, que se puede tomar fresquito y acompañar distintas cosas.
Y para cumplir con este humilde precepto me tomo el atrevimiento de recomendar un chardonnay de Estancia Mendoza, cosecha 2007. Es un blanco que va bien con cualquier comida cotidiana, a saber: pizza, milanesas, humita, puchero, pastas, pollo y demás minutas caseras.
Lo atractivo de este chardonnay es que tiene baja acidez, y sus aromas son frutales, lo que deja que puedas tomarte una copita a la tardecita, mientras baja el sol y mirás las flores de tu jardín o de tu balcón (me salió en versito).
En serio, el blanquito está bueno. Estancia Mendoza es una marca de Fe.Co.Vit.A, la Federación de Cooperativas Vitivinícolas de la Argentina, en otras palabras, la mayor bodega del país, que elabora, por ejemplo, el tradicional vino Toro. El precio ronda entre los $8 y los $10, según la zona en que se encuentre el comercio que lo ofrece. Es una marca difícil de conseguir en la Capital, como gran parte de las etiquetas de Fe.Co.Vit.A. En el resto del país no hay inconvenientes en comprar las marcas de esta bodega.
Así que aprovechá los últimos días de calor y probá este blanquito. Ya vendrá el fresquito y ahí estaremos con todas las posibilidades que nos ofrece el mundo de los tintos argentinos.
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