El blog de Andrea Catalano

ESTE ES UN BLOG SOBRE LAS TECNOLOGÍAS DE LA INFORMACIÓN Y LAS TELECOMUNICACIONES. AQUÍ VAS A ENCONTRAR NOTICIAS SOBRE LANZAMIENTOS DE PRODUCTOS Y TAMBIÉN SOBRE EL NEGOCIO DE LAS PRINCIPALES COMPAÑÍAS DE LA INDUSTRIA, AQUELLOS QUE TENDRÁN INFLUENCIA EN SU CONSUMO. PERO DE TANTO EN TANTO PODRÁS SORPRENDERTE CON CUALQUIER OTRO TEMA, DE LA COYUNTURA O DE PURO GUSTO ... PARA NO ABURRIR CON TANTOS BITS Y BYTES.

Pequeñas delicias de la vida tecnológica

A partir de ahora inauguraré en este blog una especie de sección intitulada "Pequeñas delicias de la vida tecnológica". Quienes, cada día, utilizan diversos dispositivos tecnológicos y electrónicos para trabajar, estudiar o entretenerse deben enfrentarse, a su vez, a ciertas peleas cotidianas con proveedores de servicios, aplicaciones incompatibles con periféricos, programas y demás, o modos demasiado intrincados para llegar a poner en marcha alguna nueva función en un aparato, un televisor, una computadora o hasta un mouse.

Hoy me dedicaré a las empresas de telefonía móvil porque, no sé si al resto de los argentinos, pero a mí las tres empresas que operan en el país, Claro, Personal y Movistar, me han defraudado en mayor o menor medida. Y me sorprendí cuando, hace unos días, diplomáticos de un país europeo con los que me reuní afirmaron, sorprendidos, lo mal que funcionaba la telefonía móvil en la Argentina. "Se cortan las llamadas dos o tres veces, hay lugares donde no hay señal ... esto no se ve en los otros países de América latina", confiaron.
Oh, oh, me dije. Parece que no soy yo la que sufre algunos problemitas con las empresas de telefonía móvil. Me sentí acompañada en la insatisfacción. Entonces, como tal vez, otras personas también hayan pasado por situaciones similares -algo que me resisto a creer- decidí contar estos casos, vividos en directo y sin filtros.

Claroooscuro
Una de las líneas que uso es de Claro. Desde que contraté el plan que tengo, hace seis años, hubo algunos cambios en el mercado. Sin embargo, y pese a que mi consumo aumenta (porque vivo en la Argentina K), nunca me llamaron de la empresa para ofrecerme un mejor plan. Eso sí, para venderme teléfonos que no necesitaba, lo hicieron varias veces, siempre tan visionarios. Lo curioso es que, hace unas semanas, cuando pregunté si era posible buscar un nuevo plan, que contemplara mis nuevas necesidades, del otro lado sólo he recibido silencio. En cuanto a la calidad, los cortes de las comunicaciones son frecuentes tanto en Capital cuando se está en el interior. Es que, como dice su último single publicitario, "lo que pasó, pasó", y el corte de una comunicación obliga a realizar una nueva llamada y, así, a obligar incrementar el consumo del cliente. Es decir, que la baja calidad del servicio que uno recibe se traduce en mejores ingresos para la empresa. Negocio redondo.

Afrenta Personal
Con Personal, mi historia es también traumática (creo que volveré a terapia porque me siento perseguida). Contraté un abono luego de haber utilizado durante un largo tiempo el sistema prepago. Quería tener previsibilidad, por más que viva en la Argentina. El plan elegido es más que austero: determinada cantidad de minutos libres de llamadas más determinada cantidad de SMS por tanta cantidad de dinero. ¿Qué pasó en la primera factura? Recibí un premio: me llegaron dos meses a pagar, el que pasó desde la activación y el que vendrá -que no me fueron informados en el momento de la firma del contrato- y un monto equivalente al de esa cifra por servicios de valor agregado que no contraté. Cuando hice el reclamo, negaron que yo no hubiese hecho esa contratación. "Seguro que cuando ingresó al portal WAP apretó un "sí" sin querer y activó el servicio de mensajes. Hasta a mí me ha pasado", me dijo la vendedora que hasta se puso en papel de tonta para decirme que la tonta había sido yo.
El tema no quedó acá. No alcanzó con reclamar que no quería más el servicio porque los mensajitos de valor -que me siguieron llegando y cobrando durante una semana más- sino que debí advertir que realizaría la denuncia correspondiente en los organismos de Defensa del Consumidor si continuaban cobrándome algo sobre lo que no sólo no había pedido sino que, había reclamado, había solicitado la baja, y me seguían cobrando.

Movistar es así
Una historia similar sucedió con Movistar. Llegaban mensajes con chistes que tampoco había contratado (tengo tanta chispa que no los necesito). Hice el reclamo, la empresa devolvió el dinero, pero la baja realizada desde el celular no alcanzó. Se volvió a hacer la denuncia de la situación a Movistar, advirtiéndoles que a ellos también los estaban estafando con esa modalidad. Pero hubo que llegar hasta el proveedor de contenidos -Vibramóvil- para poder dar de baja el servicio de manera tajante. No saben lo amables que son en esa empresa. También te hacen sentir tontita, porque parece que es la mejor manera de cuidar clientes.
A esto se suma un caso muy cercano en el que el cliente de la compañía los llama para que le amplíen el plan de minutos y no se lo dan, es decir, el colmo de la rigidez en la era de la flexibilidad provocada por el uso de nuevas tecnologías. El diálogo era más o menos así:
- Quiero que me pases el plan de 200 minutos a uno de 400 minutos.
- No, señor, no le podemos dar 400 minutos. Tiene que contratar 300 minutos o 1000 minutos.
- Pero es que necesito 400, porque es lo que consumo. Con 300 me quedo corto y el plan de 1000 minutos que me ofrecés es muy caro, no lo puedo pagar. Y al pasarme de los 200 me cargás un excedente enorme, que me encarece demasiado los costos. El teléfono es mi herramienta de trabajo, no te estoy pidiendo una ampliación porque sí.
- Pero no existe lo que solicita.
- Entonces dame de baja la línea que me voy a otra operadora que sí me dé lo que necesito.
- No, no le puedo dar de baja la línea porque usted compró un teléfono y durante doce meses debe permanecer ...
Bla, bla, bla. Seguramente ustedes saben cómo siguió esta conversación. No, no, disculpas. Estoy dando por sobreentendido que los argentinos tenemos problemas con las operadoras de telefonía móvil y, la verdad, no es así.
El tema es que no alcanza con que las empresas de telefonía móvil lideren el ránking de quejas mensuales de los distintos organismos de Defensa del Consumidor del país. Es necesario que el regulador, en este caso, la Secretaría de Comunicaciones, a través de la Comisión Nacional de Comunicaciones (CNC), tome, de una vez, cartas en el asunto, y les exija a las empresas mejoras en la calidad del servicio. Es su obligación. Y es nuestro el derecho de que se nos respete como ciudadanos que pagamos y que, en definitiva, permitimos que estas compañías obtengan los ingresos muestran cada tres meses.
Me parece que se me fue la mano. Estoy pidiendo mucho.

2 comentarios:

agucorrea dijo...

leí el post desde google reader, y en la parte inferior del mismo sale un banner de personal... jajajajaja

Anónimo dijo...

Si reglamentaran la portabilidad numérica creo que se pondrían un poco las pilas.